Cuando dormimos, duermen más profundamente las regiones de nuestro cerebro que han estado más activas mientras estábamos despiertos. Un equipo de investigación ha demostrado por primera vez que esto también ocurre así en las aves.
El equipo, formado por expertos del Instituto Max Planck para la Ornitología en Seewiesen, Alemania, y sus colaboradores, evitó que las palomas estudiadas tomaran su siesta de la tarde mostrándoles la serie documental "The Life of Birds" ("La Vida de los Pájaros"), de David Attenborough. A las palomas les fue tapado temporalmente un ojo. Durante la noche siguiente, los investigadores observaron un sueño más profundo en la parte del cerebro neurológicamente conectada al ojo estimulado en comparación con la misma región en el otro hemisferio del cerebro, la conectada al ojo que estuvo tapado. En cambio, una región cerebral que no procesa información visual no mostraba esa asimetría en el sueño.
El equipo, formado por expertos del Instituto Max Planck para la Ornitología en Seewiesen, Alemania, y sus colaboradores, evitó que las palomas estudiadas tomaran su siesta de la tarde mostrándoles la serie documental "The Life of Birds" ("La Vida de los Pájaros"), de David Attenborough. A las palomas les fue tapado temporalmente un ojo. Durante la noche siguiente, los investigadores observaron un sueño más profundo en la parte del cerebro neurológicamente conectada al ojo estimulado en comparación con la misma región en el otro hemisferio del cerebro, la conectada al ojo que estuvo tapado. En cambio, una región cerebral que no procesa información visual no mostraba esa asimetría en el sueño.
(Foto: © Michael Gehrisch/John Lesku)
Las aves son los únicos animales además de los mamíferos cuyo sueño también se divide en la fase de sueño profundo, el llamado "Sueño de Ondas lentas" (SWS por sus siglas en inglés) y la fase de sueño de movimientos oculares rápidos (sueño REM por sus siglas en inglés). Durante el sueño SWS, el cerebro genera señales eléctricas potentes que se manifiestan como ondas de baja frecuencia y gran amplitud en el electroencefalograma (EEG).
En los mamíferos, la intensidad del sueño SWS aumenta o disminuye en función del tiempo anterior que se ha pasado despierto. Esto ha sido demostrado por primera vez en los pájaros por el equipo de John Lesku. Las palomas a las que se les impidió tomar su siesta normal por la tarde durmieron más intensamente durante la noche.
Todo esto sugiere que las aves responden a los efectos de dormir poco de una manera similar a como lo hacen los mamíferos, incluido el Ser Humano.
Todo esto sugiere que las aves responden a los efectos de dormir poco de una manera similar a como lo hacen los mamíferos, incluido el Ser Humano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario