Un nuevo atardecer en la laguna. Ligera brisa, temperatura idónea y un vals de fumareles ante la extensión inundada. Difícil no quedar extasiado ante tan idílico remanso de vuelos acrobáticos y zambullidas imposibles. Para comenzar, una lavandera boyera cogió un buen sitio desde donde contemplar el baile, no se quiso perder ni una sola de las cabriolas.
"¿Dónde me pongo?" decía la lavandera boyera.
"Desde aquí se ve muy bien"
Esta lavandera boyera ya estaba lista para la función.
Hubo algunas que hasta se peinaron para la ocasión, como esta hembra punky de Ánade azulón recién salida de la peluquería:
"¿Qué ta me queda el nuevo look?" se pavoneaba esta hembra de Ánade azulón por toda la laguna.
Y con todo el mundo en sus asientos, los fumareles cariblancos comenzaron el baile:
(Dale al play para escuchar su música)
"¿Estamos todos ya?"
"Empezamos con una canción" y el fumarel cariblanco pasó cantando.
"Ahora una reverencia"
Un vuelo elegante...
La impresionate zambullida y... ¡mirad! ¡Lleva un renacuajo en el pico!
"Con esta exhibición termino la función y me siento, que me he ganado un descanso."
Tampoco se lo quisieron perder una buena colección de limícolas como las cigüeñuelas, los chorlitejos chicos y los andarríos chicos, aunque no quisieron posar para las fotos y hubo que hacerles algunos robados...
Chorlitejo chico un tanto tímido.
Una pareja de andarríos chico. (¡Gracias Leti! Ella sabe porque.)
Y el baile se fue apagando igual que se iba apagando el sol y mirad qué cara se le quedó a este pobre. "¡He llegado tarde!" parece estar diciéndo. Bueno, que nadie se preocupe, por suerte aún nos quedan muchas tardes de verano para disfrutar del espectáculo.
Hola,
ResponderEliminarMuy bonito el blog.
Me parece que los bisbitas de las fotos son lavanderas boyeras.
Un saludo
Hola, muchas gracias.
ResponderEliminarLo acabo de corregir, gracias!
Un saludo.