En muchas especies de aves, los machos tienen
un plumaje más elaborado que las hembras; este plumaje elaborado se
utiliza para indicar la condición corporal, para intimidar a los rivales
o atraer a parejas potenciales -en muchos casos, la coloración del
plumaje también depende de la hormona testosterona.
Los doctores Christina Muck y Wolfgang Goymann, del Instituto
Max Planck para la Ornitología en Seewiesen (Alemania), han investigado
si esto es también aplicable en aves como el torillo batallador (Turnix
suscitator) -que viven en el sudeste asiático- donde las hembras son
polígamas, y son los machos los que incuban los huevos y se dedican a la
cría. Los científicos han descubierto que, no sólo el comportamiento,
sino también los ornamentos sexuales -que dependen de la testosterona-
se invierten entre los sexos en estos casos.
El plumaje de colores y las plumas largas permiten un macho
expresar su calidad y condición sin la demostración física de su fuerza;
estas características puedan evitarles peleas físicas, que son costosas
en lo que respecta al gasto de energía y el riesgo de lesiones.
El tamaño y la intensidad de algunas partes del plumaje,
depende de la hormona sexual masculina testosterona. Sin embargo, hasta
ahora se desconocía la función y regulación de la coloración del
plumaje de las hembras, que en su mayoría tienen un plumaje opaco, casi
sin variación entre los individuos. Sin embargo, en algunas aves los
roles sexuales se han invertido: las hembras defienden agresivamente los
territorios y los machos cortejan, incuban los huevos y cuidan a los
jóvenes sin ninguna ayuda de las hembras.
Muck y Goymann observaron una relación entre la coloración del
plumaje, el peso corporal y las concentraciones de testosterona en las
hembras del torillo batallador, una especie de ave que vive en el
sudeste de Asia. Los investigadores mantuvieron a las aves por parejas
en criaderos durante un año, tomando muestras de sangre para controlar
la evolución temporal de los niveles de testosterona. Además, pesaron a
las aves y tomaron fotografías del parche negro la garganta de las
hembras para determinar su tamaño y la intensidad del color. Los machos
de esta especie son más pequeños que las hembras y no poseen este
parche.
Torillo batallador. |
Primero, los investigadores pudieron demostrar que los niveles
de testosterona fueron similares en machos y hembras, y no mostraron
grandes cambios estacionales. Por otra parte, los niveles de
testosterona eran más bien bajos. Sin embargo, encontraron una fuerte
relación entre el tamaño y la intensidad del color de las plumas y los
niveles de testosterona en las hembras.
"Es realmente notable", afirma Christina Muck, "que la
inversión de roles sexuales en el comportamiento se acompañe de la
expresión de caracteres sexuales secundarios relacionados con el nivel
hormonal".
Vía: http://www.europapress.es/sociedad/ciencia/noticia-niveles-altos-testosterona-vinculan-plumaje-colorido-20111021131519.html
Las féminas también tiene su lado masculino!! ;). Muy interesante el estudio, gracias Jesús :D
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