Bueno, nada tiene que ver esta especie con Guadalajara, pero esta vez ampliamos las fronteras, de las que las aves, poco saben. Deberíamos aprender de ellas... Decía, esta vez ampliamos fronteras para hacer eco de una gran noticia que llega del otro lado del charco, esperemos que no sea un caso aislado y pronto podamos anunciar y disfrutar de la recuperación de las poblaciones del ave voladora más grande del mundo.
Os dejo con la noticia:
El océano Atlántico y la Cordillera, el este y el oeste de Sudamérica, empiezan a recuperar a su custodio alado. Se trata del Cóndor Andino, el ave voladora más grande del mundo, que ayer levantó vuelo con una gran noticia: por primera vez en más de 100 años, una pareja de cóndores nacida en cautiverio y liberada hace seis años, puso un huevo en un nido patagónico. Para los investigadores esto significa el retorno del pájaro al mar, un intento por repoblar más rápido la zona con estos animales.
Peuma –ilusión, en lengua originaria– y Malén –niña o doncella– son el macho y la hembra que luego de un largo cortejo en las alturas, depositaron su primer huevo a 50 kilómetros de Pailemán, el lugar de descanso de los cóndores, en la reserva natural interprovincial de Río Negro y Chubut, Somuncurá. Las dos aves, cuyo nombre científico es Vultur griyphus, nacieron en el Centro de Incubación Artificial de Huevos, instalado en el Zoológico de Buenos Aires y siendo pichones, fueron liberados en 2003, al sur de Río Negro. Pero antes de devolverlas a su hábitat natural, les colocaron un transmisor satelital que funciona con energía solar, un transmisor de radio y bandas aladas de vinilo de diferentes colores para disguir al macho de la hembra. "Durante el monitoreo, nos llamó la atención que una pareja sobrevolaba la misma condorera y suponíamos que había un huevo. El personal de la Reserva lo confirmó ayer", cuenta emocionado Luis Jácome, director del proyecto de Conservación Cóndor Andino.
No es para menos: calculan que esa especie desapareció de la costa patagónica hace más de 100 años. Los únicos ejemplares que vuelan hoy son los que se liberaron bajo el proyecto, 26 en total. Hace miles años, los pueblos originarios consideraban al cóndor un ave sagrada por ser el nexo entre el hombre y Dios. Su rol ecológico es irremplazable como carroñero. Sin embargo, el blanco se encargó de eliminarlo durante la conquista, hace 500 años, bajo la falsa creencia de que mataba para comer. Hoy mueren enredeados en los tendidos eléctricos. El cóndor supo ganarse el cielo desde Venezuela hasta Tierra del Fuego, pero en tierras chavistas se extinguieron en 1965. "En Colombia quedan menos de 50 aves silvestres y en Ecuador, unas 25. No hay números exactos, pero en Bolivia y Perú, casi no hay ejemplares. Y pensar que viven alrededor de 70 años", preocupa Jácome.
La cría de Paume y Malén tardará dos meses en romper el cascarón y durante un año dependerá de sus progenitores para comer y aprender a volar. Que ésta haya sido la primera pareja nacida en cautiverio y que ya tenga un huevo, viene con otra conclusión. "Los cóndores necesitan 12 años para ser fértiles, sin embargo éstos maduraron antes, porque con seis años ya reprodujeron. Sin duda, esto acelera el ciclo y en consecuencia, repoblar la zona será más rápido", razona con optimismo el experto Jácome.
Vía: http://www.clarin.com/diario/2009/11/12/sociedad/s-02039051.htm
Peuma –ilusión, en lengua originaria– y Malén –niña o doncella– son el macho y la hembra que luego de un largo cortejo en las alturas, depositaron su primer huevo a 50 kilómetros de Pailemán, el lugar de descanso de los cóndores, en la reserva natural interprovincial de Río Negro y Chubut, Somuncurá. Las dos aves, cuyo nombre científico es Vultur griyphus, nacieron en el Centro de Incubación Artificial de Huevos, instalado en el Zoológico de Buenos Aires y siendo pichones, fueron liberados en 2003, al sur de Río Negro. Pero antes de devolverlas a su hábitat natural, les colocaron un transmisor satelital que funciona con energía solar, un transmisor de radio y bandas aladas de vinilo de diferentes colores para disguir al macho de la hembra. "Durante el monitoreo, nos llamó la atención que una pareja sobrevolaba la misma condorera y suponíamos que había un huevo. El personal de la Reserva lo confirmó ayer", cuenta emocionado Luis Jácome, director del proyecto de Conservación Cóndor Andino.
No es para menos: calculan que esa especie desapareció de la costa patagónica hace más de 100 años. Los únicos ejemplares que vuelan hoy son los que se liberaron bajo el proyecto, 26 en total. Hace miles años, los pueblos originarios consideraban al cóndor un ave sagrada por ser el nexo entre el hombre y Dios. Su rol ecológico es irremplazable como carroñero. Sin embargo, el blanco se encargó de eliminarlo durante la conquista, hace 500 años, bajo la falsa creencia de que mataba para comer. Hoy mueren enredeados en los tendidos eléctricos. El cóndor supo ganarse el cielo desde Venezuela hasta Tierra del Fuego, pero en tierras chavistas se extinguieron en 1965. "En Colombia quedan menos de 50 aves silvestres y en Ecuador, unas 25. No hay números exactos, pero en Bolivia y Perú, casi no hay ejemplares. Y pensar que viven alrededor de 70 años", preocupa Jácome.
La cría de Paume y Malén tardará dos meses en romper el cascarón y durante un año dependerá de sus progenitores para comer y aprender a volar. Que ésta haya sido la primera pareja nacida en cautiverio y que ya tenga un huevo, viene con otra conclusión. "Los cóndores necesitan 12 años para ser fértiles, sin embargo éstos maduraron antes, porque con seis años ya reprodujeron. Sin duda, esto acelera el ciclo y en consecuencia, repoblar la zona será más rápido", razona con optimismo el experto Jácome.
Vía: http://www.clarin.com/diario/2009/11/12/sociedad/s-02039051.htm
No hay comentarios:
Publicar un comentario