Los frailecillos de la principal colonia del Mar del Norte viajan durante el invierno mucho más lejos de lo que se pensaba, concluyó un estudio llevado a cabo por investigadores británicos, publicado en la revista Biología Marina.
Más del 75% de las aves a las que se les colocó un dispositivo para seguir su recorrido se dirigieron hacia las aguas abiertas del Océano Atlántico en vez de permanecer en el Mar del Norte.
Hasta este estudio, no se sabía con exactitud hasta dónde iban los frailecillos durante el inverno, ya que estos pájaros pasan todo el tiempo en el mar.
"El hallazgo de que más del 75% de las aves se trasladan hacia el Atlántico fue totalmente inesperado", señalaron los investigadores del Centro de Ecología e Hidrología.
Pone en duda, además, la idea de que las poblaciones de frailecillos del este y el oeste del Reino Unido permanecían separadas durante el invierno y la temporada de reproducción.
"No esperábamos que hagan un viaje de entre uno y tres meses hacia el Atlántico para regresar luego al Mar del Norte", dijo Mike Harris, líder del equipo de investigadores.
Según Harris, la creación de dispositivos -que pesan 1,5 gramos y se colocan en las patas- para localizar a las aves hizo que por primera vez se puedan seguir los movimientos de los frailecillos.
"Una de las grandes incógnitas en la biología de las aves marinas es qué hacen durante el invierno", explicó Harris.
"Es fantástico cuando aparece una nueva tecnología y puedes solucionar problemas que nunca creías que ibas a resolver".
"Hasta el momento, los sistemas que había para colocar en el cuerpo de las aves eran muy pesados para los frailecillos, que pesan sólo 400 gramos".
"Una vez que aparecieron los geolocalizadores y se vio que funcionaban bien, el frailecillo fue una opción obvia".
Durante la época de apareamiento en 2007, el equipo colocó el dispositivo en 50 aves de la Isla de Mayo, en la costa oeste de Escocia.
Los geolocalizadores funcionan midiendo los niveles de luz, registrando el amanecer y el atardecer.
Con esta información, los investigadores calculan la duración del día, cuando es mediodía y las coordenadas longitudinales y latitudinales diarias de cada pájaro.
Los científicos recuperaron 14 dispositivos la primavera siguiente y lograron desgrabar información de 13 de ellos.
Harris, quien estudia los frailecillos desde hace 37 años, cree que aún es muy temprano para saber por qué van hasta el Atlántico.
"Actualmente, estamos tratando de recabar más información sobre lo que comen. No sabemos exactamente qué especies de peces o crustáceos consumen durante el invierno. Todo parece indicar que comen menos pescado y más plancton".
"El problema es que hasta que no sepamos a dónde van, no podemos saber qué comen y si ha habido un cambio en la disponibilidad de alimentos".
Cuando la población de frailecillos en el Mar del Norte cayó dramáticamente entre 2003 y 2008 una de las hipótesis era el acceso limitado a la comida por la presencia de condiciones adversas.
El número de frailecillos en la Isla de Mayo ha ido en aumento durante los últimos 50 años, con una población de 69.300 pares en 2003. Sin embargo, en 2008 se registraron sólo 41.000 pares, menos de la mitad de los 100.000 que se esperaba de acuerdo a los índices de crecimiento previos.
Una disminución similar se vio en las Islas Farne, en la costa de Northumberland, donde se encuentra la mayor colonia de aves marinas de Gran Bretaña.
Allí, se registraron en 2008 sólo 36.500 frailecillos de los 55.674 que había en 2003.
Los frailecillos hembra sólo ponen un huevo al año, por eso si hay un índice alto de mortalidad entre los adultos la población puede desestabilizarse en pocos años.
Para Harris, el descenso de la población fue una sorpresa.
"Los frailecillos sobreviven bien por lo general y de repente, durante dos años, esto no sucedió".
Durante el invierno, las aves cambian su plumaje y pierden temporalmente las plumas de sus alas lo cual hace que no puedan volar y las torna más vulnerables a las tormentas o a la falta de comida.
Los investigadores aún no saben por cuánto tiempo estas aves quedan imposibilitadas para volar. Por esta razón esperaban que los geolocalizadores también aporten información sobre el tema. Sin embargo no pudieron obtener estos datos.
En los próximos años, el equipo seguirá estudiando el comportamiento de estas aves a fin de construir una imagen más acabada de su comportamiento y sus movimientos durante los meses de invierno.
Vía: http://www.bbc.co.uk/mundo/ciencia_tecnologia/2010/01/100128_1238_frailecillo_viaje_lp.shtml
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