Debido a las incesantes lluvias que nos han abordado este pasado invierno, las Tablas han podido recuperar el resplandor que tenían años atrás y que poco a poco iban perdiendo hasta encontrarse en serio peligro crítico de desaparción. Famosos han sido los incendios de turba del subsuelo que tuvieron lugar el año pasado y que afortunadamente se han solucionado (esperemos que para siempre) debido a las lluvias.
Ahora el aspecto de las Tablas es inmejorable, con toda su capacidad inundada y ahora sólo resta que la gestión del agua sea la adecuada y esta recarga del acuífero 23 proporcione el suministro adecuado de aguas someras que el humedal necesita para albergar esas condiciones y esa avifauna tan especiales que le han llevado a ser declarado Reserva de la Biosfera.
Entre los amigos emplumados que se dejaron ver encontramos: ánades reales, ánade silbón, malvasía cabeciblanca, porrón común o europeo, focha común, cerceta carretona, pato cuchara, pato colorado, ánsar común, abubilla, tarabilla común, cogujada común, pinzón vulgar, tarro blanco, ánade rabudo, gallineta o polla de agua, carbonero común... Como veis es una nutrida representación. Os dejo con unas cuantas fotos de la jornada:
Lo malo de estar aqui, es que no puedo estar allí. Nada hay mejor que un viaje con compañía, y mas con los Z3. Seguid viajando, pero recordar que tenemos una cosa pendiente por Asturias...
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