El río Cabrillas es un afluente del Tajo que desde el mes de Agosto sufre una dramática sequía en un tramo de siete kilómetros a su paso por Megina dentro del Parque Natural del Alto Tajo en Guadalajara. Fruto de esta falta de agua han muerto este verano unos 10000 ejemplares de trucha entre adultos y alevines. La situación fue denunciada a la Delegación de Medio Ambiente por parte de la Sociedad de Pescadores Río Gallo pero la Delegación no ha puesto ningún medio para evitar el desastre ecológico.
Trucha arcoiris (Oncorhynchus mykiss) |
Afirman que, a pesar de tratarse de una zona de especial protección y de que es un fenómeno que se produce cíclicamente cada verano, nunca se hace nada, ni siquiera ir con camiones cisterna para rescatar las truchas que queden en las últimas pozas y trasladarlas a una zona del río con un cauce asegurado. Hay quien va más allá y anuncia que no se trata más que de una prueba de la dejadez que sufre esta zona del Parque Natural y aboga por un aumento de medios técnicos y humanos para el Alto Tajo.
Hay un dato curioso en la noticia que paso a copiar: "Este desastre ecológico puede suponer que puedan desaparecer millones de truchas a lo largo de 10 ó 12 años, debido a que, cada una de ellas, puede dar vida a una cifra que oscila entre tres y seis alevines". Esto es un dato brutal que refleja lo dura que es la vida en la naturaleza para algunos animales. Una hembra adulta de trucha suele poner en torno a 1000 o 1500 huevos por cada kilo de peso, de todos esos huevos, tras la fecundación, sólo llegará a eclosionar el 8-10% de ellos y de todos los alevines, sólo un número bajísimo llegarán a reproducirse como adultos. Se asume que de cada 5000 huevos sólo dos llegarán a ejemplares reproductores. ¡La vida no es fácil para las truchas!
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