miércoles, 19 de enero de 2011

Como evitar que se electrocuten las aves

La electrocución es una de las principales causas de mortalidad en las aves, especialmente entre las más amenazadas por el peligro de extinción.
Y esta clase de accidente -que se produce cuando un ave de mediano o gran tamaño se posa a descansar en un poste de electricidad, o cuando sus patas entran en contacto con dos conductores- está causando estragos en las aves que habitan regiones en donde existe un tendido eléctrico. Es decir, en casi todo el mundo.
A simple vista, corregir esta situación parece una tarea relativamente sencilla: el problema se resolvería reemplazando las torres más peligrosas por otras de un diseño más moderno.
Sin embargo, modificar todos los tendidos eléctricos no es sólo una empresa monumental, sino también, excesivamente costosa. Y, además, innecesaria.
Por lo menos eso afirma un equipo de investigadores españoles que diseñó un modelo matemático que permitiría reducir hasta en 70% la mortalidad de las aves amenazadas modificando tan sólo el 6% de los apoyos eléctricos de mayor riesgo.
"Con unas simples correcciones, las torres peligrosas se vuelven inocuas", le dijo a BBC Mundo Joan Real Orti, del Departamento de Biología Animal de la Universidad de Barcelona, en España, y líder del proyecto.
"No hay que cambiar todas. Nuestro estudio permite optimizar los recursos, seleccionando aquellas que conviene alterar", añadió el investigador.
Datos clave
Lo que el modelo toma en cuenta son, en líneas generales, tres factores: las características técnicas del soporte (si es de metal, hormigón o madera), el hábitat en el que está emplazado y la distribución de las aves en dicha región.
Ingresando todos estos datos, el modelo permite predecir qué probabilidades de riesgo tiene cada apoyo, y así se facilita la tarea de seleccionar a aquellos más peligrosos.
En Cataluña -donde se llevó a cabo el estudio y donde existen cerca de mil soportes diferentes, con distintos grados de peligrosidad para las aves- la electrocución es la es la primera causa de mortalidad del águila perdicera (Aquila fasciata). Yen el resto de la península ibérica, afecta en especial a la amenazada águila imperial ibérica (Aquila adalberti), además de otras especies de gran valor ecológico.
En otras regiones del mundo la situación es similar. "Es un fenómeno global, sobre todo donde hay fluido eléctrico y aves de gran tamaño. En Estados Unidos, Sudáfrica, Argentina y Chile, por ejemplo, hay muchas águilas y aguilillas del género buteo que sufren a raíz de la electrocución", explicó Real Orti.
Si bien el modelo se basa en estudios realizados en Cataluña, puede aplicarse con éxito en cualquier sistema mediterráneo, dicen los investigadores.
Y, si se le hacen las modificaciones pertinentes, puede probarse en otras zonas del planeta.
Colisión
Otro de los problemas que presentan los tendidos eléctricos es el de la colisión. Esta clase de accidente tiene lugar a lo largo de toda la red de transporte de energía de alta tensión.
Estos tendidos -que llevan una gran carga de electricidad desde los centros de producción, como puede ser una central nuclear o térmica, hacia las centrales de distribución- son los más peligrosos, ya que cuentan con un cable a tierra que corre en paralelo, y que es mucho más delgado que los otros cables.
La mayoría de las veces las aves no los ven, y perecen tras chocar con ellos en pleno vuelo.
La situación puede remediarse colocando visualizadores en algunos tramos del tendido, para que las aves puedan detectarlo.
Y, aquí también, el modelo creado por los investigadores de Barcelona es una herramienta extremadamente útil para determinar cuáles son los tramos más peligrosos de los tendidos de alta tensión que requieren correción, y, en el caso de que vaya a construirse una red nueva, cuál es el itinerario que menos perjudica a las aves de la región. 


Vía: http://www.el-nacional.com/www/site/p_contenido.php?q=nodo/178290/BBC%20Mundo/Como-evitar-que-se-electrocuten-las-aves

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