miércoles, 5 de mayo de 2010

Unos halcones peregrinos "secuestrados" en Muriel (Guadalajara) sirven para acabar con una banda de expliadores.

La denominada Operación "REAL" se enmarca en las competencias atribuidas al SEPRONA de control de todas las actividades que componen el tráfico de especies tanto de flora como de fauna, con especial interés a las protegidas por encontrarse en peligro de extinción.

El inicio de esta operación se remonta a junio de 2008, cuando en los seguimientos que realiza el SEPRONA a través de anuncios insertados en páginas webs especializadas en el sector de la cetrería, observó la oferta de un pollo de Águila Real y otro de halcón peregrino, que hizo saltar las alarmas de que pudiera tratarse de un comercio ilegal.

Tras un exhaustivo seguimiento de este anuncio, los agentes ubicaron un domicilio en Fuenlabrada, cuyo titular tenía dado de alta en la Comunidad de Madrid varias rapaces. Esta inspección se saldó con la detención del titular a quien se le intervinieron ocho halcones peregrinos y un gavilán y se le imputó un delito contra la Flora y la Fauna. Además, aparecieron congelados ánades reales, patos, pollos, mirlos, urracas, halcones peregrinos, un águila real y un gavilán. Estos animales no contaban con ningún tipo de documentación, anilla e incluso a alguno le habían seccionado una pata.
La actividad de estos grupos se inició en el mes de febrero, cuando los expoliadores ubican los nidos de las rapaces. Dichos nidos suelen estar situados en zonas escarpadas y de difícil acceso, por lo que deben poseer conocimientos de escalada para lograr acceder a ellos.

Una vez enclavado el nido, éste es sometido a constante vigilancia por los expoliadores, para así asegurarse del emparejamiento de las rapaces y la ocupación de los nidos para la puesta de huevos.

A partir de aquí tienen dos formas de actuar, una es sacar el huevo del nido e incubarlo de forma artificial, debiendo contar con incubadoras y aparatos especiales para mantener el calor de los animales una vez que eclosionen los huevos y otra es esperar a que salgan los polluelos, dejándolos con su madre hasta que alcanzan la semana de vida, momento en el que aprovechan cuando la hebra va a buscar comida para las crías y los sacan de su entorno, siendo criados por una hembra en cautividad que los adopta.

Una vez que han conseguido sacar los animales adelante, empieza la tarea de comercialización, teniendo ya previamente a los adquisidores de la mercancía, oscilando los precios entre los 600 euros y los 5.000 euros, dependiendo de la especie a comerciar.
La mayoría de los animales objeto de la investigación desarrollada por el Servicio de Protección de la Naturaleza, de la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid, se encuentran protegidas por convenios nacionales o internacionales, dada su situación de amenaza más o menos grave, debiendo todas ellas estar documentadas

Para salvar estos obstáculos, los integrantes de estos grupos, suelen utilizar todo tipo de artimañas, destacando la falsificación de documentos CITES, utilizar documentos CITES de especímenes muertos, y así amparar a los que proceden de un expolio utilizando anillas similares a las del animal fallecido y, por último, siendo también la más común, utilizan parejas legales, que amparan las crías expoliadas las cuales son legalizadas como si hubieran sido criadas en cautividad.

La última fase de la investigación se iniciaba hace dos meses, tras detectarse un posible expolio en un nido de halcón peregrino situado en Muriel. Este hecho era constatado por personal del Servicio de Rescate e Intervención en Montaña de la Guardia Civil (SEREIM), que ha colaborado en la recogida de muestras de los nidos expoliados, para la posterior extracción y cotejo del ADN.

Así, a finales de la pasada semana, en un dispositivo realizado íntegramente en la Comunidad de Madrid, se procedía a la detención de tres personas más, uno de ellos en el momento que se disponía a emprender un viaje hacía el sur de la península portando tres pollos de halcón peregrino procedentes del expolio de Guadalajara. En los cuatro registros domiciliarios efectuados se encontraron seis halcones peregrinos, seis pollos de halcón peregrino, trece huevos de halcón peregrino, una incubadora, redes para captura de rapaces, cepos metálicos, diversa documentación cites y material de escalada (mochila, cuerdas y arneses).

Los animales intervenidos se encuentran en el Centro de Recuperación de Rapaces de la Comunidad de Madrid, sito en Tres Cantos, habiendo colaborado personal de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio en el reconocimiento y traslado de las Rapaces.


Vía: http://www.lacronica.net/articulo.asp?idarticulo=37103