viernes, 16 de julio de 2010

Locura

Pues debe ser algún tipo de locura transitoria la que se adueñó de mi materia gris para sacarme la licencia de pesca. Bien es cierto, que sobre todo ha influído la firme intención de ayudar a un amigo que está pasando por un momento difícil y todo lo que le ayude a alejar esos pensamientos de la cabeza será muy beneficioso. (¡Ánimo C.!) 

Total que, nos propuso irnos un día de pesca y nosotros aceptamos. La siguiente etapa lógica era sacarse la licencia porque nos lleva a un coto donde seguramente la vigilancia sea mayor. Así que nos presentamos en Agricultura y nos sacamos nuestras licencias de pesca. Junto a ellas nos dieron unos mapas con todos los ríos y zonas acuáticas de toda Castilla - La Mancha que me van a venir genial a la hora de planificar mis siguientes salidas y buscar zonas donde ver pájaros. Ya sólo por esos mapas merece la pena el sacarse la licencia.

Pero ahora viene la parte negativa, el mismo día de sacarme la licencia, ya tenía remordimientos, porque como biólogo y amante de los animales que soy, el tener un permiso con el que hacerlos daño, ya me chirría. Sí, y ya sé que estas truchas vienen de piscifactorias, que las hechan incluso la misma mañana al río para que la gente los pesque...pero no dejas de hacerlas daño y extraerlas de su medio natural, sea cual sea su origen.

Bueno, seguramente me termine dedicando a ver los pajarillos que pululen entre las ramas de las riberas del río. Con esa aficción sí me encuentro más identificado.

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